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decálogo del juego para los padres

Ya conociste los beneficios del juego para tu hijo, y los distintos estilos de diversión que puede disfrutar. Pero, ¿qué hay de ti? 

El juego también les aporta muchos beneficios a los padres, y la psicóloga Alicia Banderas recomienda 10 claves para compartir y aprovechar estos momentos con tus hijos. 

 

1. Crea recuerdos

Los grandes recuerdos se basan en esos pequeños momentos que no se pueden ignorar. Hay que aprender a valorarlos, pues están llenos de gestos y significados. Al jugar, tanto tus hijos como los padres vivirán momentos que se quedarán guardados en la memoria de ambos. 

 

2. Conoce a tu hijo

En algunas etapas del desarrollo de nuestro pequeño, la relación con ellos parte del juego compartido. Ahí es donde realmente podemos conocerlo y observar su progreso. La experiencia nos dará un gran conocimiento para ejercer como padres, al igual que la tremenda satisfacción de verlo crecer. 

 

3. Dejar ser

Suéltense, libérense, olviden la vergüenza y hagan lo que son capaces de hacer y decir. Cuando jugamos, podemos ser parte de su mundo; cambiar un poco nuestro rol y despertar a nuestro niño interno. Tal vez descubramos alguna faceta de nosotros que no conocíamos, o que habíamos olvidado y nos llenará de alegría retomarlas. 

 

4. Flexibilidad

Si comparten la visión de sus niños, los padres pueden afrentar sus cuestiones morales de una forma distinta, considerando que lo imposible se puede lograr. Con ello, se construye la empatía y desarrollamos un pensamiento más flexible. Así ampliamos nuestra visión del mundo. 

 

5. Armonía familiar

Disfrutar de un tiempo de juego con los hijos es el ingrediente que los padres necesitan para superar las situaciones difíciles del día. Esto es porque se establece una relación más amable, e íntima, que suaviza las posibles tensiones familiares, sin menospreciar la autoridad paternal.

 

6. Afuera con el estrés

Para no tener distracciones que nos arruinen el juego, lo mejor es silenciar nuestros celulares y cualquier otro dispositivo que interrumpa el momento. Busca no pensar en los pendientes del día; eso es un excelente ejercicio de autocontrol para liberar el estrés. 

 

7. Emociones sanas

Los niños llevan un ritmo de vida más lento, sobre todo porque tienen muchas cosas por descubrir. En otras ocasiones son más inquietos, y expresan lo que sienten al momento. Jugar con ellos nos permite practicar nuestra paciencia en un ambiente positivo y relajado. 

 

8. Vitalidad y energía

Además del placer que nos dan esos momentos de diversión, también nos contagiamos de su alegría, su energía y vitalidad. ¡Siéntete vivo y feliz jugando!

 

9. Abrir la mente

Al jugar, abrimos nuestra mente a otro mundo de imaginación. Eso nos hace compartir la lógica de los pequeños; es más creativa y puede ayudar a resolver algunos de nuestros problemas cotidianos, o incluso laborales. 

 

10. Ser lo mejor de ti

El ritmo de vida del adulto condiciona la manera en que vivimos. Muchas veces no nos detenemos un momento a hacer lo que nos gusta y deseamos. Nuestros hijos nos dan esa oportunidad de vivir momentos de felicidad, y sacar lo mejor de nosotros. 

 

Ya los tienes. No esperes más y disfruta cada momento y oportunidad de juego con tus hijos. Queremos que tengan la infancia que se merece, con buenos momentos de felicidad y desarrollo.  **

 

Con apoyo de ABC



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